9.07.2006

Definitivamente no me llevo con Patricio

Acá estoy, viviendo el día número 12 de mi licencia por la operación al menisco...ha sido heavy, no tanto por el dolor sino que por lo que significa estar imposibilitado de hacer tu vida normal..olvídense como ha sido bañarse...ufff!!!..heavy...lo más simple se vuelve complejo.
Dentro de lo que fue "la noche" que pasé en la clínica Santa María - hasta el momento afortunadamente no me ha pasado lo de Frei Montalva - me di cuenta que hay elementos que uno no puede comprender como diablos favorecen la vida del hombre enfermo...Estaba seco, tenía mucha sed y más encima estaba con suero, por tanto, entiendo que estaba con una sobredosis de líquido en mi cuerpo y con el pasar de las horas sucedio lo inevitable...yo grité y patalee porque me autorizaran a pararme con ayuda al baño...me negaba a hacer pichi y menos caca en ciertos adminisculos clínicos finamente diseñados.
Pero llegó la noche y con ella, la huida de mi santa madre y de mi beautiful wife que ya ha esa altura ya no me soportaban. Miré hacía un lado y ahí estaba él...El Pato, horroroso elemento que ayuda a los hombres a depositar su agüita amarilla. Estaba tieso, mi vejiga a punto de reventar y mi amiguito que se negaba a tocar a "Patricio" como amigablemente le llamamos. Los minutos pasaron y no pude más. Lentamente y sin presentaciones de rigor me decidía a evacuar mis líquidos internos que hace altura eran un torrente...Habitación 408, luz apagada, 02.30 de la mañana, el sedante dejado por mi traumatologo era como un armonil para mi organismo - o sea, no me hizo nada - y ahí estabamos los tres: Patricio, mi amiguito y 525...ohhh!!!..que alivio...en realidad no era tan terrible como pensé...Pero tal tranquilidad se esfumó de golpe cuando con horror me di cuenta que lo había revalsado!!!...la cómoda cama era ahora como una balsa de naufragio. Cómo pude me traté de levantar y dejar a Patricio en la cómoda junto a mí, pero....sorpresa...di vuelta el jarro con el jugo, así que no solamente dejé la cagada en la cama sino que ahora en toda la habitación...que bajón!!!...
Pero filo, que iba a hacer...en todos los años de la clínica me imagino que a más de alguno le había ocurrido lo mismo. Con la cara llena de risa apreté el botón de la enfermera y con mi voz más amorosa le susurré: ¿Podría venir un momento?...¿qué le sucedió señor 525?....¡¡me oriné ...eso pasó...dejé la cagada en la pieza!!...a los pocos minutos dos enfermeras éstaban en mi habitación tratando de arreglar todo y ahí estaba yo, de pie junto de a cama con la linda camisa de dormir que me dieron..o sea, con el culo al aire...tomé aire y miré a un costado de la habitación donde se encontraba Patricio...de verdad pude sentir como este elemento tan hijo de puta se reía de mí...

525.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

para que no se note pobreza, por lo menos recibiste uno. suerte el lunes.
te quiero

el coco

jannita dijo...

eres genial!!